domingo, 29 de noviembre de 2020

VIAS ADMINISTRACIÓN DE MEDICACIÓN (II)

 VÍA ORAL

Formas de administración:

  • Sólidos: adminstrar con agua suficiente.
    • Comprimidos: compresión de ingredientes reducidos a polvo.
    • Grageas: comprimidos con cubierta de azúcar.
    • Cápsula: comprimidos con cubierta de gelatina.
    • Granulados.
  • Líquidos: se mide colocando el recipiente en una superficie plana
    • Solución: preparado líquido con 1 o más sustancias que se disuelven en agua.
    • Suspensión: mezcla heterogénea de sólido en polvo o partículas no solubles que se dispersan en un medio líquido. Para administrarlo debe agitarse antes el envase.
Vía oral: administración de fármacos por la boca.
  • Efecto: asistémico (al ser absorbido en alguna zona específica del tracto GI).
  • Valorar:
    • La capacidad de ingerir del paciente: si existe disfagia: triturar el comprimido siempre que no sea de liberación sostenida o cubierta entérica.
    • Posición: Fowler-alto
    • Asegurar la ingesta.

Vía sublingual: administación de un fármaco bajo la lengua.
  • Efecto: máss rápido y sistémico porque se incorpora a la sangre ya que la mucosa oral está muy vascularizada.
  • Procedimiento:
    1. Introcucción del fármaco bajo la lengua y cerra la boca unos minutos
    2. No tragar saliva ni beber agua hasta que se haya absorbido todo.
    3. Comprobar la correcta absorción.
Vía bucal: introducción de un fármaco sobre las membranas mucosas del carrillo.
  • Efecto: local sobre la mucosa de la boca (se usa en infecciones, por ejemplo). Esta vía se usa en odontología.
  • Procedimiento:
    1. Introducción del fármaco entre el maxilar superior y la mucosa de la mejilla.
    2. Permanecer así hasta que se disuelva y mientras: no masticar, tragar o beber.
    3. Comprobar.



CURA DE LAS VÍAS

Las curas en las vías se realizarán siempre que sean necesarias: si el apósito se ha despegado o roto, en caso de pérdidas de sangre, sudoración del paciente que provoque humedad en la zona, suciedad... o en los casos donde el uso se prevé que sea prolongado, a modo de mantenimiento de las vías.

Procedimiento:

  1. Higiene de manos y colocación de guantes no estériles.
  2. Retirada de apósito existente; con cuidado de no lastimar al paciente, en la medida de lo posible, y presentado especial cuidado a no retirar de forma accidental la vía.
  3. Apósito transparente recomendado
    Antes de continuar, se debe examinar la piel para evaluar la posible existencia de inflamación, flebitis, hematomas, edemas... u otras complicaciones que deberán ser vigiladas.
  4. Colocación de guantes estériles y montaje de campo estéril.
  5. Desinfección de la zona de inserción: impregnar gasas en antiséptico y comenzar la limpieza con movimientos circulares.
  6. Tras la limpieza, colocar una gasa limpia entre las piezas plásticas y la piel para evitar daños y erosiones de la misma.
  7. Tapar la zona de inserción al completo con un apósito (preferiblemente transparente ya que nos permitirá  evaluar mejor el estado de la vía).
  8. Retirar los tapones bioconectores de las diferentes luces y desinfectar la zona con antiséptico. Colocar otro tapón protector.
  9. Comprobar correcto funcionamiento del sistema.

ESPIROMETRÍA

Es el método de medida de la cantidad de aire espirado en cada ciclo respiratorio, y sirve para valorar la capacidad vital del pulmón. También se denomina exploración funcional respiratoria

La espirometría puede ser simple o forzada. La espirometría simple permite medir volúmenes, para lo cual se solicita al paciente que tras una inspiración máxima expulse todo el aire de sus pulmones durante el tiempo que necesite para ello; mientras que la espirometría forzada es aquella que tras una inspiración máxima se le pide al paciente que realice una espiración de todo el aire, en el menor tiempo posible, posibilitando tanto la medida de volúmenes como flujo, por lo que esta última es la más empleada. 

En los siguientes gráficos podemos ver la diferencia entre una curva de espirometría normal y una con patrón obstructivo: 


PROCEDIMIENTO

Las pautas a seguir para la correcta realización de la técnica de espirometría son: 

1. Identificar e informar al paciente y solicitar su colaboración. Colocar al paciente sentado sin cruzar las piernas y advertirle que durante la realización de la prueba no debe inclinarse hacia delante. En pacientes con EPOC realizar la prueba en su situación basal

2. Preparar el espirómetro y colocar la boquilla limpia en presencia del paciente. 

3. Solicitar que realice una inspiración máxima según sus posibilidades, tras la cual se colocará la boquilla en la boca y, tras la orden del profesional de enfermeria, realizará una espiración forzosa sin interrupción hasta que el enfermero se lo indique o bien el paciente no sea capaz de continuar. Animar al paciente mientras realiza la prueba para conseguir un mejor resultado. 

4. La prueba se considera finalizada cuando se obtengan tres curvas satisfactorias que duren más de 5 segundos, o bien cuando las diferencias entre las tres curvas en FVC y FEV sean inferiores al 5% o 100 ml. Es importante tener en cuenta que el número máximo de intentos no debe sobrepasar los 8 o 9 para no agotar al paciente. 

5. Registrar el procedimiento y la respuesta del paciente, anotando aquellas circunstancias que puedan alterar el resultado de la técnica como uso de broncodilatadores, paciente fumador, enfermedades en el momento de la realización (resfriado, gripe), etc. 

En el siguiente video podemos ver un ejemplo de realización de la técnica: 


CONSTANTES VITALES (I): Pulso y Presión arterial.

Las constantes vitales son unos indicadores que dan información sobre el estado de salud de una persona en un momento. Son esenciales en la valoración de un paciente y van a ser un signo de alarma inmediata cuando estén alteradas. Estas son: pulso presión arterial, frecuencia respiratoria, y temperatura.


PULSO.

Su objetivo es valorar la frecuencia y tipo del latido, informar de la función cardiaca y valorar el flujo sanguíneo a una zona periférica del organismo. Hay dos tipos de pulso: central (medido en el ápice del corazón) y periférico (sangre impulsada a las arterias corporales).

Cuando estemos valorando esta constante observaremos las características:

  • Frecuencia: nº de latidos que se producen en 1 minuto. (Adulto=60-80 lpm)
  • Ritmo: pauta con la que se suceden los latidos. Normalmente es regular.
  • Volumen: fuerza/amplitud del pulso refleja el volumen de sangre eyectado contra la pared arterial con cada contracción.
  • Elasticidad: distensión de la pared arterial a la sangre. Normalmente es blanda, recta y lisa.

Con estos valores calcularemos el gasto cardíaco, con la fórmula “frecuencia x volumen” Un ejemplo sería 70 latidos x 70 ml = 4,9 l/min (gasto normal en un adulto)

Para medir el pulso periférico emplearemos dos dedos (nunca el pulgar) y reloj con segundero. Después de hacer higiene, cronometramos 1 minuto y mediremos los latidos que palpamos en una arteria. Registramos los valores en una gráfica empleando el color azul.


PRESIÓN ARTERIAL.

Es la fuerza que ejerce la sangre sobre las paredes arteriales. Se mide en milímetros de mercurio (valor normal: 140/80 mmHg); informa sobre el estado cardiovascular. Se registra: 

  • Presión sistólica (máxima).
  • Presión diastólica (mínima).

Se puede medir directamente (cruento), pero lo más normal es emplear un método indirecto. Entre estos distinguimos la medición automatizada y la auscultación (de Korotkoff).

Procedimiento de auscultación de Korotkoff: Escogemos una zona, que normalmente será la arteria braquial del brazo, y colocamos el material:

  • Esfigmomanómetro.
  • Fonendoscopio.

Después de hacer la higiene de manos, indicaremos al paciente que debe permanecer sentado y relajado. Le colocaremos el manguito en el antebrazo y palparemos la arteria que vamos a medir. Cuando la tengamos, colocamos el fonendoscopio en el punto que palpamos y lo mantenemos sujeto con una mano (nunca tocar con el pulgar).

Hacemos primero un llenado rápido del manguito, 20-30 mmHg por encima de lo previsto y vamos vaciando 2 mmHg/segundo mientras valoramos los sonidos auscultados. anotamos el punto del primer ruido escuchado y del último. Estos corresponden con la presión sistólica y diastólica. Se registran ambos en la gráfica con una línea de color verde.

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