FRECUENCIA RESPIRATORIA.
La respiración es el intercambio de oxígeno y de dióxido de carbono entre la atmósfera y las células del organismo humano. Su objetivo es proveer oxígeno a los tejidos y eliminar dióxido de carbono. Tiene dos fases:
- Inspiración.
- Espiración.
Sirve para valorar la frecuencia y tipo de respiración para informar de la ventilación pulmonar. Los valores normales en el adulto, y los que observaremos cuando estemos valorando la respiración son:
- Frecuencia: 12-16 rpm.
- Ritmo: rítmica o arrítmica; relación inspiración/espiración.
- Volumen (profundidad): 500ml.
- Carácter: silenciosa (sin ruidos) y sin esfuerzo.
En esta técnica es muy importante no informar al paciente, porque si lo hacemos, su respiración no va a seguir un patrón normal. Hay que hacerlo en un momento tranquilo, que podamos revalorar en otras ocasiones de la misma manera.
TEMPERATURA
Es el grado de calor del organismo y refleja el equilibrio entre la producción y la pérdida de calor, se mide en grados centígrados (ºC). Las células de nuestro organismo funcionan y viven en unos límites de temperatura entre 34 y 42ºC. Hay dos tipos de temperatura:
- Interna: se mantiene relativamente constante: 37oC.
- Externa: oscila de acuerdo con los cambios térmicos ambientales.
Para medirla emplearemos el termómetro clínico de vidrio, mercurio, galio… o un termómetro de infrarrojos, que no requiere contacto.
Normalmente, cuando empleamos el termómetro de vidrio, medimos la temperatura axilar. Es importante revisar el estado de la axila antes de proceder y calibrar el termómetro (si es de bario) a 35ºC antes y después de utilizarlo. Se deja en la axila 10 minutos o hasta que suene la señal, si es que la tiene.
Por otro lado está la técnica del termómetro de infrarrojos. Este semeja a una pistola. Se colocará siguiendo las indicaciones del fabricante, apuntando a la cabeza y manteniendo el aparato quieto hasta oír la señal. Se registra en la gráfica con color rojo.