Entendemos por monitorización cardíaca la técnica de enfermería consistente en el registro de la actividad eléctrica cardíaca, en un monitor, a través de la colocación de tres electrodos.
En el siguiente gráfico, de elaboración propia a partir de las prevalencias de las diferentes enfermedades cardíacas, podemos ver la distribución de las principales patologías cardíacas:
La mayoría de estas cardiopatías cursan con ingresos hospitalarios, de mayor o menor gravedad, en los cuales es imprescindible la realización de una monitorización cardíaca.
De este modo, esta técnica permitirá la visualización permanente
de parámetros como la frecuencia y el ritmo cardíacos, registrando de forma
instantánea cualquier alteración que se produzca en los mismos, permitiendo un
control tanto visual como sonoro de dichas alteraciones, siempre que estas se
salgan de unos límites preestablecidos.
El procedimiento para la colocación de electrodos y realizar la monitorización cardíaca es el siguiente:
En primer lugar, se procederá a la limpieza de la zona de colocación
de los electrodos con alcohol. Es importante tener en cuenta que dicha zona no
debe tener mucha vellosidad para no alterar la conducción de las señales
eléctricas, por lo que, si hay mucho vello, se procederá a cortar el mismo con
tijera o instrumentos similares, puesto que no se debe rasurar.
Una vez preparada la zona, se realizará una buena higiene de
manos y se colocarán guantes no estériles.
La colocación de los electrodos seguirá, generalmente, el
siguiente patrón en la línea media clavicular:
- El electrodo negativo se colocará debajo de la clavícula izquierda
- El electrodo negativo se posicionará en el 5º espacio intercostal izquierdo
- Debajo de la clavícula derecha se colocará el electrodo de tierra
Tras su colocación se conectarán los cables a la derivación.
En la monitorización cardíaca la derivación de elección será
la derivación II dado que es la encargada de reproducir los complejos QRS
correctos y las ondas P positivas, que reflejan y registran la actividad
ventricular respectivamente.
Finalmente, debemos tener en cuenta ciertas precauciones,
como no mojar los electrodos una vez conectados los cables a la derivación, así
como evitar el contacto del cable con objetos metálicos y/o eléctricos, como
por ejemplo barras de cama, bombas de perfusión, etc.
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