domingo, 15 de noviembre de 2020

OXIGENOTERAPIA (II)

Procedimiento:

1. Informar al paciente sobre el procedimiento al que va a ser sometido, pedir su colaboración y consentimiento verbal; siempre y cuando sea posible.

2. Preparar material.

3. Realizar higiene de manos.

4. Colocar al paciente en la posición adecuada: decúbito supino. En aquellos que estén conscientes, la posición será la más elevada posible, salva contraindicación.

5. Comprobar permeabilidad de la vía aérea y, si fuese necesario, aspirar secreciones.

6. Medir la frecuencia respiratoria.

7. Valorar coloración de piel y mucosas.

8. Conectar el caudalímetro a la fuente de oxígeno y ajustar el frasco humidificador si fuese presciso. Se deberá rellenar hasta 2/3 de su capacidad total con agua destilada estéril.

9. Conectar un extremo de la alargadera al frasco humidificador y otro al dispositivo para administrar el oxígeno indicado.

10. Abrir el caudalímetro hasta alcanzar el flujo de oxígeno prescrito y elevar la bolita del caudalímetro hasta el punto apropiado en la escala graduada.

11. Comprobar la efectividad y correcto funcionamiento del sistema.

12. Una vez realizados todos los pasos anteriores que se consideran generales, existen diferencias en el procedimiento dependiendo del dispositivo que utilicemos en cada caso para administrar el oxígeno al paciente:

  • Cánula nasal: debemos comprobar que las fosas nasales estén libre de secreciones, de no ser así, pediremos al paciente que se "suene". Ajustar las sondas de la cánula a las fosas nasales de forma correcta y pasar los tubos por encima de las orejas del paciente siguiendo hacia la barbilla, donde deben quedar ajustados con el pasador. Preguntar sobre molestias o presión.
  • Máscara simple: situar la máscara de modo que ocupe nariz, boca y mentón del paciente. Sujetamos pasando la cinta elástica para evitar molestias.
  • Máscara tipo Venturi: se colocará de igual modo que la anterior; pero debemos seleccionar en el dispositivo de regulación la concentración de O2 que deseamos administrar (donde se nos indicará también el flujo de O2 que se debe seleccionar en el caudalímetro para alcanzar dicha concentración).
  • Traqueotomía: debemos colocar el dispositivo de administración de oxígeno de modo que no se produzca ningún tipo de tracción en la propia traqueotomía que pueda derivar en lesiones, y también limpiar la máscara cada 4 horas con agua para evitar infecciones debidas a las secreciones que se producen en el dispositvo.
  • Carpa de oxígeno: este mecanismo se utiliza mayormente en áreas de pediatría. La carpa debe cubrir toda la cabeza del niño, luego colocaremos el extremo del tubo hacia el interior de la carpa y lo fijaremos con esparadrapo para evitar fugas. Se deben abrir pequeñas ventanas en la carpa para que pueda salir el CO2 producido y no se acumule, de igual modo, así se evita la formación de humedad en el interior.


INHALADORES Y NEBULIZADORES

Tanto inhaladores como nebulizadores son aparatos que administran sustancias por vía inhalatoria; la diferencia esta en que los primeros administran fármacos y los segundos líquidos pulverizados. Esta forma de administración (la inhalatoria) ofrece beneficios sobre la vía oral en enfermedades con obstrucción bronquial).

En el caso de los inhaladores distinguimos dos tipos:

  • Cartucho presurizado: para administarlo se debe seguir la siguiente técnica:
    1. Sujetar con los dedos índice y pulgar y agitar suavemente.
    2. Colocar en la boca la boquilla.
    3. Realizar una respiración profunda y espirar.
    4. Inspirar muy lentamente al mismo tiempo que pulsamos el cartucho una vez.
    5. Retenemos 10 segundos la respiración y retiramos la boca del cartucho.
    6. (Si es necesaria más de una dosis, esperar 30 segundos y repetir el proceso).
    7. Enjuagar la boca (sobretodo si se administran corticoides porque puede producir infección por hongos).
Hay personas, como niños o ancianos, que esta coordinación les cuesta por lo que usan cámaras aéreas o dispositivos espaciadores que facilitan la administración sin necesidad de coordinar inspiración-administración del fármaco. En este caso se administran las dosis necesarias dentro de la cámara y se realizan varias respiraciones sin separar los labios de la boquilla.
La Enfermería debe, además de enseñar al paciente este proceso, enseñar a extraer el bote de la medicación y a limpiar el inhalador con agua caliente porque se acumula aerosol alrededor de la boquilla y esto puede interferir en la adecuada distribución del medicamento.

  • Polvo seco: este inhalador tiene el fármaco en forma de polvo seco dentro de la cápsulay no requiere espaciador ni coordinación alguna ya que la inpiración activa el depósito. Proceso:
    1. Introducir cápsula en el inhalador.
    2. Presionar el botón que perfore la cápsula.
    3. Apretar la boquilla con los labios y hacer una inspiración profunda y enérgica para que la corriente de aire arrastre el polvo hacia los pulmones.
    4. Repetir dos veces hasta vaciar la cápsula por completo.
    5. Enjuagar la boca.
En el caso de los nebulizadores, el procedimiento sería:
  1. Preparar el medicamento a administrar en una jeringa.
  2. Abrir la tapa del nebulizador y verter la dosis (añadir si es preciso suero fisiológico).
  3. Cerrar la tapa del nebulizador y adaptar la mascarilla a la cara del paciente (mantener el nebulizador vertical para impedir que se vierta el contenido).
  4. Conectar la mascarilla a la fuente de gas presurizado (no al humidificador) y regular el flujo entre 6 - 8 lpm.
  5. Comprobar que sale vaho por los orificios laterales de la mascarilla.

CONSIDERACIONES:
    - Explicar la posibilidad de presentar náuseas por los restos de medicación.
    - Mantener la cara limpia tras la administración de cualquier aerosol para evitar la irritación cutánea.

GASOMETRÍA ARTERIAL


La gasometría arterial es una prueba diagnóstica que consiste en medir la cantidad de O2 y de CO2 que tenemos en sangre. También puede indicar el pH de la sangre, para determinar cuán ácida es.


Se realiza para diagnosticar, estudiar la gravedad de una enfermedad o hacer un seguimiento de las misma. Cualquier enfermedad que afecte al intercambio de gases va a beneficiarse de la gasometría arterial. 


Suele ser solicitada cuando hay sospechas de alteraciones respiratorias y en pacientes que requieren oxigenoterapia, con fin de valorar su evolución y resultados.


Procedimiento: Se recoge sangre de una arteria:

  • Arteria radial en la muñeca.

  • Arteria femoral en la ingle.

  • Arteria braquial en el brazo.


Antes de retirar la sangre, se evalúa la circulación periférica (pulso, frecuencia, ritmo, intensidad). Se realiza higiene de manos y limpieza adecuada de la zona de punción. Cuando se haya hecho, se introducirá la aguja a 45º en la zona escogida. La sangre que pasa por una arteria tiene mucha más fuerza que la de una vena, por lo que no tendremos que manipular la jeringa, ya que la sangre subirá sola según el corazón la bombee.


Debemos recordar que esta técnica suele causarle dolor a los pacientes, por lo que les informaremos de esto, y procederemos con cuidado y atendiendo a sus reacciones para evitarles más molestias.


Cuando tengamos la muestra, retiramos la aguja y presionamos la zona de punción con una gasa unos minutos. La muestra se envía al laboratorio para ser analizada.


Vídeo del prodecimiento: https://www.youtube.com/watch?v=2L7YAlnoYDo

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Tubo orotraqueal (TOT) Consiste en la introducción de un tubo orotraqueal (TOT) en la tráquea con la intención de asegurar el correcto fun...