Tanto inhaladores como nebulizadores son aparatos que administran sustancias por vía inhalatoria; la diferencia esta en que los primeros administran fármacos y los segundos líquidos pulverizados. Esta forma de administración (la inhalatoria) ofrece beneficios sobre la vía oral en enfermedades con obstrucción bronquial).
En el caso de los inhaladores distinguimos dos tipos:
- Cartucho presurizado: para administarlo se debe seguir la siguiente técnica:
- Sujetar con los dedos índice y pulgar y agitar suavemente.
- Colocar en la boca la boquilla.
- Realizar una respiración profunda y espirar.
- Inspirar muy lentamente al mismo tiempo que pulsamos el cartucho una vez.
- Retenemos 10 segundos la respiración y retiramos la boca del cartucho.
- (Si es necesaria más de una dosis, esperar 30 segundos y repetir el proceso).
- Enjuagar la boca (sobretodo si se administran corticoides porque puede producir infección por hongos).
Hay personas, como niños o ancianos, que esta coordinación les cuesta por lo que usan cámaras aéreas o dispositivos espaciadores que facilitan la administración sin necesidad de coordinar inspiración-administración del fármaco. En este caso se administran las dosis necesarias dentro de la cámara y se realizan varias respiraciones sin separar los labios de la boquilla.
La Enfermería debe, además de enseñar al paciente este proceso, enseñar a extraer el bote de la medicación y a limpiar el inhalador con agua caliente porque se acumula aerosol alrededor de la boquilla y esto puede interferir en la adecuada distribución del medicamento.
- Polvo seco: este inhalador tiene el fármaco en forma de polvo seco dentro de la cápsulay no requiere espaciador ni coordinación alguna ya que la inpiración activa el depósito. Proceso:
- Introducir cápsula en el inhalador.
- Presionar el botón que perfore la cápsula.
- Apretar la boquilla con los labios y hacer una inspiración profunda y enérgica para que la corriente de aire arrastre el polvo hacia los pulmones.
- Repetir dos veces hasta vaciar la cápsula por completo.
- Enjuagar la boca.
En el caso de los nebulizadores, el procedimiento sería:
- Preparar el medicamento a administrar en una jeringa.
- Abrir la tapa del nebulizador y verter la dosis (añadir si es preciso suero fisiológico).
- Cerrar la tapa del nebulizador y adaptar la mascarilla a la cara del paciente (mantener el nebulizador vertical para impedir que se vierta el contenido).
- Conectar la mascarilla a la fuente de gas presurizado (no al humidificador) y regular el flujo entre 6 - 8 lpm.
- Comprobar que sale vaho por los orificios laterales de la mascarilla.
CONSIDERACIONES:
- Explicar la posibilidad de presentar náuseas por los restos de medicación.
- Mantener la cara limpia tras la administración de cualquier aerosol para evitar la irritación cutánea.
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