La citología vaginal o prueba de Papanicolau consiste en la extracción de una muestra de células de la vagina y del cuello uterino.
Se utiliza fundamentalmente en pruebas de cribado para la detección precoz de cáncer del cuello uterino o cérvix. Su uso también está indicado para el diagnóstico de ciertos tipos de infecciones uterinas y vaginales; como aquellas causadas por hongos, herpes, tricomonas... o para la obtención de información sobre el estado hormonal de la paciente.
Se puede realizar la toma del exudado en diferentes localizaciones dependiendo de la orientación de nuestro diagnóstico: en las paredes vaginales, en la parte más externa del cuello uterino o bien, en el interior del canal del cérvix.
Procedimiento:
- Se deben tener en cuenta unas consideraciones previas antes de realizar la prueba: debe de haber finaliza la menstruación al menos 3-4 días antes (nunca se hará durante el período menstrual), no haber mantenido relaciones sexuales en las 48 horas previas y no usar tratamientos de aplicación tópica vaginal los 5-7 días anteriores a la prueba. Además, se recomienda limpiar el perímetro vaginal previamente a la extracción del exudado.
- En caso de ser necesario, con un espéculo vaginal se separarán las paredes y labio vaginales para así visualizar mejor el interior de la vagina; en ocasiones, debido a la fisiología propia de cada mujer, no es necesario el empleo de este accesorio.
- Recolección de la muestra: existen diferentes instrumentos disponibles, como el cepillo endocervical o las espátulas de madera/plástico.
- Una vez extraída la muestra, se depositará en una lámina porta objetos que posteriormente será enviado y examinado en el laboratorio (debemos fijarla aplicando un spray para que no sufra alteraciones durante el envío).
Representación de una citología vaginal con el empleo de espéculo y cepillo endocervical |
No hay comentarios:
Publicar un comentario